Baker skateboards
Baker Skateboards fue fundada en 2000 por el skater Andrew Reynolds, conocido como The Boss, junto a Jay Strickland y bajo el respaldo inicial de Blitz Distribution (propiedad de Tony Hawk). Desde el primer momento, Baker se presentó como una marca con identidad propia, nacida en Los Ángeles y profundamente ligada a la cultura del skate callejero.
La filosofía de Baker siempre giró en torno a la vida de los skaters de verdad: sesiones en la calle, fiestas, amistad, excesos y, sobre todo, skateboarding sin adornos. Sus vídeos y gráficas transmitieron esa estética desenfadada, rebelde y sin filtro, convirtiéndose en un espejo de la vida de su equipo.
El Baker team es uno de los más carismáticos y recordados de la historia: Andrew Reynolds, Jim Greco, Dustin Dollin, Erik Ellington, Terry Kennedy y más tarde nombres como Figgy (Justin Figueroa) o Theotis Beasley. Muchos de ellos eran parte de la llamada Baker Boys Crew, un grupo que no solo patinaba, sino que vivía intensamente todo lo que rodeaba al skate.
Los vídeos fueron clave en la popularidad de la marca. “Baker Bootleg” (2000) sirvió como carta de presentación, pero el verdadero impacto llegó con “Baker 2G” (2000) y, sobre todo, con “Baker 3” (2005), considerado uno de los vídeos más influyentes de su época. En él se mostraba a los riders patinando al máximo nivel, pero también todo el estilo de vida que acompañaba a la crew. Más tarde llegaron títulos como “Bake & Destroy” (2012) y “Baker 4” (2019), que demostraron que el espíritu de la marca seguía intacto.
Con el tiempo, Baker pasó a formar parte de Bakerboys Distribution, fundada por Reynolds, Greco y Ellington, lo que le dio independencia total para manejar su imagen y apoyar a marcas amigas como Deathwish o Shake Junt.
Hoy en día, Baker Skateboards se mantiene como un referente en el skateboarding global. Su importancia no radica solo en las tablas o en su equipo, sino en haber capturado y difundido un estilo de vida que marcó a toda una generación. Baker es sinónimo de skate crudo, auténtico y callejero, un reflejo de la cultura que lo vio nacer en Los Ángeles a finales de los noventa.