La gran mayoría, por no decir todos nosotros, estamos de acuerdo en que una de las maneras de demostrar nuestra individualidad es patinando, cada uno con nuestros trucos y nuestro estilo, ya sea al patinar o vistiendo. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la base del skateboarding es la individualidad.
Otros deportes como el fútbol, baloncesto, ciclismo, hockey, etc. se basan en anular esa individualidad en favor del equipo, todos con el mismo uniforme, trabajar para el equipo, como dicen los americanos: there’s no I in team. Incluso otros deportes individuales, como el tenis, gimnasia, artes marciales o incluso BMX, requieren un uniforme, un dorsal al competir, un código de vestimenta... Eso no pasa en el skateboarding: un sponsor, de ropa o no, no te va a obligar a que vistas de una manera. Te va a dar ropa y tu eres quien decide que vestir o cómo vestirlo.
Y la meta de todo deporte, el sueño de todo deportista, es estar en las olimpiadas, dar ese paseillo en la inauguración, todos vistiendo el mismo uniforme, algunos países con trajes de diseñadores, otros con chandal de tactel que parece del mercadillo, pero todos con la misma ilusión y ganas de representar a su país, a su bandera, de darlo todo por el equipo. Deportistas que han entrenado duro, han sacrificado muchas cosas por estar ahí, por vestir los mismos colores, la misma ropa que sus compañeros de equipo, siguiendo las órdenes de su entrenador. Dependiendo de su especialidad, han de repetir los mismos movimientos una y otra vez hasta finalizar el ejercicio a la perfección, dejando de lado la improvisación, la creatividad y la individualidad en pos de la perfección, del oro olímpico. Muchos deportes olímpicos que pueden ser considerados “individuales”, como la gimnasia o los saltos de trampolín, se basan en la perfección con la que se hace la rutina, de la que han de estar informados los jueces previamente para poder juzgar que se ha hecho tal cual estaba planeada, y por supuesto, hay determinados movimientos que han de incluirse obligatoriamente, y todo nuevo salto ha de ser aprobado antes de poder incluirlo en la rutina.
Ahora piensa en lo que todo eso significaría para todo lo que hacemos subido en una tabla con 2 ejes de metal y 4 ruedas: todo el material tendría que estar estandarizado en cierta manera, los skateparks habrían de tener un mínimo de calidad, entrando todos dentro de lo que el comité olímpico considere adecuado, todos prácticamente iguales en medidas y obstáculos, para que todos los campeonatos y todos los skaters puedan ser puntuados iguales. Nada de participar en un campeonato con tu camiseta favorita o vaqueros o bermudas, todo sería de acuerdo con la normativa del uniforme, que indicaría donde han de ir los logos, el tamaño, si se puede usar bermudas o pantalón largo, y por supuesto, que trucos han de hacerse. Por ejemplo, toda ronda debería de tener un 360 flip, crooked grind y hardflip obligatoriamente. Nada de improvisar en medio de la ronda, y esos trucos que caes de pura chiripa, esos no cuentan, es más, esos quitarían puntos. Y si acabas de sacar un truco único, no sé, switch backside triple flip dogpiss, por ejemplo, olvídate de usarlo en tu ronda salvo que esté aprobado por el comité olímpico. Y por supuesto, todos los campeonatos han de seguir el mismo formato, los mismos tiempos para las rondas y el mismo circuito: Primero escaleras, luego bordillo, después plano, seguido de quarter, pasando por el eurogap y terminando en el rail. Una y otra vez, en todos los campeonatos. Y por descontado, controles antidoping después de cada campeonato, todos los olímpicos han de demostrar que están limpios, así que podemos olvidarnos de las fiestas pre-campeonato.
Es un pequeño sacrificio para poder ir a las olimpiadas, pero todo deportista sueña con ello, es la culminación de una carrera deportiva, a lo que aspira todo deporte. Pero afortunadamente, como todos ya sabemos, skateboarding is not a sport.
Texto. David Garcia